
Uno nunca puede llegar a estar preparado para asumir el dolor que supone una pérdida, y más si es la de una madre.Mathias, un joven treintañero, acaba de perder a su madre. El periodo de duelo se cierne sobre él. Mientras espera en el parking del hospital a su padre y su hermana, ocurre un hecho insólito: un gigante se le aparece y le anuncia. Mathias tendrá que aprender a utilizar la sombra protectora. Para ello, Jack le recomienda lo siguiente: . ¿Será Mathias capaz de vencer el dolor de su pérdida? ¿Evitará asomarse al abismo? ¿Somos nosotros capaces de asumir la pérdida de un amor, un familiar o un amigo? Si no es así, el gigante Jack -un viejo conocido de los lectores- tiene la fórmula para todos.
Mathias esta literalmente destrozado por la pérdida de su madre, el dolor es insoportable y eso lo plasma bien a lo largo de las páginas. Quizás esta sea la aventura que menos me ha gustado de este autor. Pese a que fue escrita antes de La mecánica del corazón, creo que divaga demasiado en lo poético descentrándose en el eje de la trama.
Una de las cosas más destacables de esta aventura es la presencia de dos protagonistas, Mathias y el gigante. El hecho de que estos dos personajes sean los que lleven la historia, ayuda a que al menos uno no se descentre demasiado pese al lenguaje poético.
El libro es muy corto y uno tiene que estar preparado para asumir el dolor que se destila en la historia. Quizás es un libro muy especial, a mí me ha gustado, quizás menos que su historia anterior, pero me ha gustado.
Eso sí, si estáis deprimidos/as os aconsejo que dejéis pasar esta historia, no es recomendable.