Un ente maligno pesado, muy pesado, que trata de escribir cuando la vida real le deja un hueco y cuando no, también. Suelo vivir imaginando otros mundos, otras situaciones… Vamos, estoy en la parra una buena parte de mi día a día y cuando puedo, lo escribo para ordenar un poco mi cabeza.
2— ¿De dónde surge esta historia de amor ambientada en Estados Unidos de dos almas gemelas, dos espíritus libres?
Fue uno de estos años de transición del mundo editorial y empezaban a buscar más historias con corte romántico más claro (soy de fantasía) y al ver esto, puse morritos y dije: “Pongo a Dios por testigo que voy a escribir una romántica”
¿Melodramática yo? Naaa, imaginaciones vuestras.
Lo curioso es que no fue la primera novela romántica que escribí, pero las otras no habían salido tan bien como cabría esperar (aka no las acabé o las acabé malamente). Sierra y Eric llegaron en una buena época, en la que me obligaron a dar dos pasos hacia atrás y reflexionar a dónde quería llegar con la escritura, sí, pero también en el cómo. Había olvidado lo mucho que me divertía escribiendo, ansiosa por llegar a plazos, entregas, antologías…
Escoger una localización estadounidense fue por una de las manías que tengo de que, cuando comienzo a escribir en una temática nueva en novela, busco un punto en común con el lector que sea sencillo para dar unos pasitos. En este caso, pues Estados Unidos… Y luego los personajes llegaron sin saber cómo y allí se quedaron para amenizarme algunas clases y tardes.
3— ¿Cómo definiríais a tus personajes?
He tratado que fueran lo más realistas posibles y expresar sus emociones de acuerdo a quienes eran y cómo pensaban. En muchos aspectos son iguales, han sufrido socialmente a causa de las características de uno u otro (machismo y racismo), lo que hacen que se fijen o interioricen determinadas actitudes: Sierra ve a través de Leelah que ha sufrido en un matrimonio tóxico, aunque en apariencia no lo fuera, Eric suele referirse a sí mismo en sus narraciones como amerindio, algo que le causa mucho orgullo (su parte escocesa no la saca a relucir casi nada, pero porque físicamente no tiene mucho en común con su padre caucásico).
4— ¿Quién es Sierra?

5— ¿Quién es Eric?
Eric le parece a Sierra en muchos puntos: familiar, cariñoso, cabezón, luchador… Claro que la vida le ha llevado por otros lados y ha tenido que aprender a aceptarse por sus raíces tan dispares y los problemas que ha sufrido por ello. Aunque tiene cabeza, tiende a perderla cuando tiene a Sierra cerca.
6— En esta novela tienen mucho peso los secundarios. Yo me quedo con Elisa y Leelah, ¿qué puedes decirnos de ellas?
Cada miembro de la familia O’Byrne o Munroe tienen sus cosas, lo que sí es cierto es que, por circunstancias de la historia, Lee y Elisa son las que más peso llevan. Una porque es la niña mimada de la familia y la otra porque comparte casa con Sierra.

Elisa es como su hermana y su hija, pero lo que nadie sabe es que tiene un fondo muy romántico y tiene un punto optimista que nada le pega con su trabajo de agente de la ley, cualquiera lo diría con la cantidad de crímenes que ha tenido que investigar. Es cabal, lógica y protege a los suyos a toda costa, por eso le cuesta hablar del padre de Leelah.
7— ¿La relación que tiene Sierra con sus hermanas está basada en la relación que tienes con las tuyas?
Un poco mezcla con mis hermanas y mis amigas. Me llevo muchos años con mis hermanas (muchos más que Sierra con las suyas), por lo que algunas situaciones de las novelas no estaban tan a mi alcance. Aunque sí he visto cómo se relacionan entre ellas y mis amigas con sus hermanas y tras comprobar que no era tan diferente a algunas de mis amistades, me fue fácil trasladarlo.
8—¿Quiénes son tus referentes?
Si alguien me pregunta a quién me quiero parecer de mayor, lo tengo claro: Terry Pratchett, Neil Gaiman, Ursula Leguin y Diana Wynne-Jones.
9—¿En qué proyectos estás metida ahora?
En varios relatos para recuperar el ritmo de escritura y empezando la novela de Elisa, además de corregir algunas cosillas. Un poco de todo, como siempre ^_^.
10—¿Alguna manía a la hora de escribir?

11—¿Cómo fue el momento de enterarte de que habías ganado el premio?
Me quedé mirando la pantalla y le pregunté a la editora si no se había confundido (sigo sorprendida, la verdad). Luego recuerdo quedarme sin aliento y decírselo a mi madre y a Laura Morales, que me gritó que le debía tartas (apostamos tartas a que no ganaba y ella a que sí).
12 —¿Qué motivos darías a los lectores para que lean Vida en pausa?
Si os gusta el romance con un poco de todo: ternura, pasión, humor, algunos momentos de tensión… y cuyos personajes no están solos con su amor, sino que tienen su propia vida, sueños y más personas que les ayudan y quieren (o que les putean), no dudéis en echarle un ojo. O dos incluso si preferís leer con los dos.
Y si tras echárselos quieres comentar, charlar o curiosear sobre mi vida, siempre te puedes meter en mis redes sociales (face, twitter, un bar…).
¡Muchas gracias a Anabel por la entrevista y a ti por leerla ^_^!