Hola a todos. Este fin de semana (10 y 11 de marzo) se ha celebrado el séptimo encuentro de Romántica adulta (RA) en Madrid, un evento que muchos autores y lectores esperamos con ansias. En esta cita estábamos acreditadas unas 150 autoras, de entre unas 500 personas. Tengo que decir, como parte activa del club de lectura de romántica y erótica de Valencia, fuimos una gran representación del mismo. Allí nos encontramos María Gardey, Carmen Martínez, Estela Lady Mosaico, Sheyla Corcoles, Julia Melero, Adriana Rubens, Marisa Lillo, Olivia Ardey, Virginia Jiménez, María Andrés Esteban, Ana López, Carmen Calatrava García, Amparo Soriano, Natalia Girón, María Pilar Guillén (la de la maleta pequeña), Celesta Serra y una servidora. Creo que no me dejo a nadie, pero puede que se me haya escapado alguna. Si es así, pido disculpas.

La primera mesa de la mañana: «¿Comunicamos?». En ella participaban Fabián Vázquez (escritor y editor de Khabox Editorial), Regina Roman (autora) y Raquel García Struch (autora). Fue moderada por Patricia Lauder, administradora del blog LecturAdictiva. En esta mesa se habló de la comunicación en redes sociales, de cómo nos mostramos en ellas. A mí me quedó claro que, como autora, es fundamental tener un blog o una web donde se te pueda localizar y el lector pueda encontrar fácilmente tus obras. Se trataron temas como la originalidad a la hora de promocionarse. Si algo le funciona a un autor se le copia una y otra vez hasta la saciedad. Hay que buscar nuestra propia marca personal. Regina Román comentó que no todo el mundo quiere o desea estar en redes sociales, y que esta decisión es también muy respetable. Se recalcó que el autor spam resulta aburrido y a veces el lector pierde su interés en él. ¡Ah! Y los malos rollos en redes sociales están minando este género que tanto queremos.


Debatimos sobre qué nos gusta encontrar a las lectoras de novela romántica. Me quedó claro que quieren encontrar historias que les haga evadirse, pero sobre todo que haya pasión, que la chispa salte cuando los protagonistas se conocen. Se habló también de que no todo vale en la romántica, que hay que buscar de nuevo la calidad en este género. Me gustó que se hablara de ciertos comportamientos tóxicos por parte de algunos protagonistas masculinos. Comenté que la primera premisa en una novela romántica es que tuviera final feliz, aunque hubo quien dijo que no era necesario. En este caso, tuve que aclarar que si una novela romántica no tiene final feliz está dentro de un subgénero: sentimental, que no es mejor ni peor, pero no es romántica propiamente dicho. En este género entrarían novelas como: Yo antes de ti o las novelas de Nicholas Sparks. Por último, hay quien tacha a estas novelas de previsibles, sin embargo, lo que nos gusta es ver todo el proceso que hay para que los protagonistas acaben juntos.
Soy consciente de que un evento privado de estas características hay un gran trabajo detrás, mucho esfuerzo y sobre todo, ilusión por ofrecer a los lectores la oportunidad de conocer a sus autores favoritos.
Esta era la tercera vez que iba a este encuentro y siempre saco algo bueno de ello. En este caso, me llevo la sensación de que la romántica sigue estando muy viva, que la romántica sigue apasionando y que las lectoras de este género son muy fieles. Desde aquí, gracias por apoyar la literatura, gracias por confiar en nuestras historias.
