
SINOPSIS: Desde hace tres semanas, Thomas vive en una habitación sin ventanas, de un blanco resplandeciente y siempre iluminada. Sin reloj y sin contacto con nadie, más allá de las tres bandejas de comida que alguien le lleva a diario (aunque a horas distintas, como par a desorientarle). Al vigésimo sexto día, la puerta se abre y un hombre le conduce a una sala llena de viejos amigos. —Muy bien, damas y caballeros. Estáis a punto de recuperar todos vuestros recuerdos. Hasta el último de ellos.
La cura mortal es la tercera parte de El corredor del laberinto. Si por algo se caracterizan estas tres novelas es por las grandes dosis de acción. La historia empieza justo donde acabó la segunda entrega, con Thomas en un habitación sin saber qué ha pasado con Brenda, Teresa y los demás clarianos. Ante la idea de recuperar sus recuerdos, Thomas no está del todo convencido y sigue teniendo dudas sobre CRUEL. Tanto el lector como los protagonistas volvemos a sentirnos tan perdidos como en la primera entrega y volvemos a hacernos la misma pregunta: ¿con qué objetivo se están haciendo estas pruebas? Sólo hay una cosa que Thomas tiene clara, y es que CRUEL lo necesita porque él es diferente a todos los demás clarianos.
Es cierto que el ritmo sigue sin dar tregua al lector, aunque en esta novela había momentos en los que me he llegado a perder, sobre todo en los de más acción, incluso he llegado a sentir que el autor había escrito algunas escenas de relleno. Y es una lástima, porque las dos anteriores entregas me parecieron muy buenas. En este caso, no puedo decir lo mismo.
Volvemos a encontrarnos con personajes muy atractivos, sobre todo Thomas, que me parece un buen protagonista y sostiene por sí mismo esta trama. Sin embargo, destacaría a Newt y toda la historia que gira en torno a él. Desde mi punto de vista, los momentos más tensos y emocionantes tienen que ver con él.
La ambientación sigue siendo uno de los puntos fuertes de estas novelas. Nos encontramos en un mundo futurista, con una tecnología mucho más desarrollada de la que conocemos. El autor también es capaz de hacer que te pongas en la piel de algunos personajes y vuelve a jugar con los sentimientos del lector. No obstante, el final de esta trilogía me ha dejado un sabor amargo. Me ha decepcionado. Es cierto que se explica el por qué de las pruebas, pero estas explicaciones no han terminado de convencer. Me ha faltado mucha más emoción. Quizás se deba a que los dos primeros libros dejaron el listón muy alto.
Resumiendo, esta es una novela llena de intrigas y misterios, algo más floja que las dos anteriores partes. Sin embargo, sí que es cierto que cierra un ciclo, algo que se agradece.
Pd: Esta reseña salió en el número 2 de la revista El aLIJo