SINOPSIS: Lara está a punto de comenzar una nueva vida junto a Javier, al que considera el hombre perfecto, pero justo antes de cerrar la puerta de una casa que guarda sus sueños de adolescente recibe un paquete lleno de cartas. Cartas por montones en tonos blancos y amarillentos con Eliott como remitente, su primer amor, llenas de recuerdos que Lara creía olvidados y que resurgirán del pasado con fuerza entre lejanas notas musicales.Su vida se tambalea entre la elección de un futuro estable o un destino del todo incierto. Nadie dice que la persona que ames sea la que más te convenga…
Lara está a punto de casarse con Javier, el novio perfecto que cualquier madre querría para su hija. Es atento, siempre está pendiente de las necesidades de ella y sobre todo tiene un buen trabajo. Unos días antes de contraer matrimonio, Lara recibe una caja con las cartas no enviadas de Elliot, su antiguo novio. Estas misivas vienen de Gran Bretaña y suponen para Lara recordar un pasado que creía ya olvidado. Al tiempo que va leyendo estas cartas siente que aún hay muchas preguntas por responder, pero sobre todo ve cómo toda su vida estable junto a Javier se va tambaleando.
Mientras el corazón siga latiendo es una novela corta que habla sobre todo de sensaciones, de emociones y de sentimientos, temas en los que la autora se maneja muy bien. Es entonces cuando se debate entre seguir a su corazón o hacer caso a su mente analítica.
De repente siente, aún teniendo un trabajo estable, que no ha realizado parte de sus sueños de juventud. A través de las palabras de Elliot, Lara volverá a experimentar esas sensaciones en el estómago que le provocaba cuando eran novios. Cuando él se marchó de su lado, ella decidió enterrar ciertos sentimientos en una caja para no volver a sufrir. Durante años ha estado convencida de haberlo conseguido, pero esto no es más que una ilusión.
Poco a poco, Lara irá descubriendo el gran secreto de Elliot y por qué se marchó de su lado. El lector será partícipe de los sentimientos encontrados de la protagonista. Yo misma me debatía en un mar de dudas entre Elliot y Javier, aunque me fui decantando por uno a medida que iba avanzando la trama. Elliot es ese chico extravagante y sensible que adora la música, mientras que Javier es detallista, atento y perfeccionista.
Esta también es una obra que habla de la amistad de tres amigos, dos chicas y un chico, Lara, Elliot y María. Esta última tiene gran importancia en esas cartas que recibe Lara y en el pasado de ambos. Habla también de los sueños que tenemos en nuestra adolescencia, cómo luchamos por ellos o cómo los abandonamos según a quien tengamos a nuestro lado.
Esta historia está escrita en tercera persona. Enseguida empatizamos con la protagonista. Lara es un fuerte, soñadora y algo insegura. Entendemos sus dudas, sus inseguridades. Este es quizá, el punto fuerte de la novela. Un personaje muy real y cercano.
