Barcelona, 1916. En su lecho de muerte, Oriol, la oveja negra y único heredero de la acaudalada familia Agramunt, confiesa que tiene un hijo que nadie conoce. El patriarca de los Agramunt, Biel, decide encontrar a su nieto y un mes después, cuando Lucas regresa a su casa en la Barceloneta le espera un lujoso automóvil aparcado frente a su puerta. A partir de ese momento, la vida de Lucas dará un giro radical: deberá abandonar la única vida que ha conocido, será educado con disciplina y se enfrentará a los otros aspirantes a la herencia de su abuelo. Encerrado entre los muros de una suntuosa mansión y mientras intenta adaptarse a ese mundo desconocido que lo rechaza, conocerá a Alicia, la joven que le ayudará y le enseñará lo que es el amor y hasta qué punto estar atrapado puede ser la salvación de un hombre.
Un soplo de aire fresco ha llegado a mi estantería. Cuando ya creía que lo único que me deparaba la romántica y la erótica eran hombres inaccesibles, mujeres sumisas o situaciones con un conflicto de fácil conclusión, llega la gran Noelia Amarillo; debo decir grande, porque tras leer esta obra me he declarado un fan fiel e incondicional.
Esta historia viene con aires marineros, brisas marinas y jergas típicas de aquellos leones de mar que poblaron la Barcelona de 1916.
Lucas es el protagonista de esta historia, un joven bohemio, dedicado a su trabajo y tentado a satisfacer sus necesidades más primarias con las meretrices que frecuentan los muelles de Barcelona.
La vida es dura en esta época, y su única pretensión es procurar un futuro a su querida Ana. Todo cambia cuando es arrastrado a la mansión Agramunt, a las fauces y garras de su abuelo, el capitán Biel Agramunt.
Iniciará ese viaje hacia una vida mejor, conocerá las comodidades, y de la mano de Alicia, hija del capitán, descubrirá una amistad insólita hasta ahora entre un hombre y una mujer.
Por primera vez encuentro en una novela "romántica" un personaje que evoluciona desde una posición que dista bastante del elitismo que acostumbramos. Es un joven sin pretensiones de ser adulto, consciente de sus obligaciones, de las exigencias que conlleva su posición, y de las tentaciones típicas a las que tiene que hacer frente un hombre de 1916.
En este libro he encontrado más que un libro de romance, que lo hay, una historia de superación, el viaje iniciático de un hombre hacia su madurez.
Como es de esperar, su abuelo no le pondrá las cosas fáciles, acostumbrado a ser el jefe de su casa, verá en este joven su reto personal, un proyecto de futuro en el que deberá trabajar desde el minuto cero para así poder perpetrar sus planes de futuro.
Alicia es la delicadeza hecha persona, una mujer que pese a sus taras demostrará una fuerza insólita, y le hará comprender a Lucas que no está solo, que una mujer y un hombre de la época pueden establecer relaciones casi más profundas que el amor.
No voy a hacer hincapié en el enorme estilo que tiene Noelia Amarillo, ya que sería redundar en lo que muchas ya sabéis y que ignorante de mí, acabo de descubrir ahora. Unos diálogos bien justificados, unas descripciones equilibradas y apropiadas según el contexto.
Pero sin duda, la baza más grande con la que cuenta esta historia es con un relato original. Un tema perfectamente contextualizado y que ha sabido defender con elegancia, buen gusto y bastante acierto.
Me ha removido diversos sentimientos: ternura, tristeza, impotencia, pasión, esperanza.
Esperanza en este género que creía en dique seco. Sólo puedo decir que ahora entiendo las/los miles de seguidores que tiene esta escritora en palabras mayúsculas. Una de mis historias románticas favoritas para este año que acaba.
